La temporada principal del nabo abarca desde el otoño hasta la primavera. Aunque su consumo puede ser menos frecuente que el de otras verduras, se cultiva en varias regiones del país, como Galicia, Asturias, Castilla y León, y Navarra.
El nabo se utiliza en la cocina española de diferentes maneras. Se emplea en guisos, potajes y sopas para aportar sabor y textura, así como en asados, purés y ensaladas. Su sabor ligeramente picante y dulce lo hace interesante para combinar con otros ingredientes y añadir complejidad a los platos.
Desde el punto de vista nutricional, el nabo es bajo en calorías y una buena fuente de fibra dietética, vitaminas (como la C y algunas del complejo B) y minerales como el potasio y el calcio. Su composición nutricional lo convierte en un alimento que puede contribuir a una dieta equilibrada.